jueves, julio 17, 2008

La esperanza

MIentras tenemos sueños, tenemos esperanza. Es un sentimiento que nos acompaña en los momentos difíciles, y que no se pierde o gana hasta que se obtiene un resultado.

Es en parte euforia, aunque en parte es una angustia que invita a creer y a desear, o a rogar que algo ocurra así como queremos y no como las leyes de la naturaleza lo marcan.

Es esfuerzo y es compromiso por lograr una meta. A veces es una lección que nos sirve para desear con más fuerza o en cambio otras veces nos aboca a un estado en el que los deseos son mínimos y el conformismo ocupa el mayor tiempo de nuestras vidas.

Es lanzar un grito cuando todo está en contra, o ir en contra de lo que la razón nos dicta. Es sentirse abrigado por el viento que trae la calma.

Y no os preocupéis si perdéis a veces la esperanza, porque tarde o temprano volverá a vosotros en vuestra búsqueda, ya que no hay sueños sin ella y no hay vida sin sueños.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas veces la esperanza es el último reducto al que aferrarnos cuando todo se desmorona a nuestro alrededor, porque a veces lo que nos rodea se desmorona, y sólo nos queda esperar a ser capaces de resurdir de nuestras cenizas como el Ave Fénix.
Cuando uno pierde la esperanza, lo ha perdido todo

Anónimo dijo...

Pero a veces, los sueños son peligrosos. Sobre todo si los hacemos el centro único de nuestra vida... no sé.

besos.

Anónimo dijo...

La esperanza es algo hermoso. A veces, nos vemos a nosotros mismos en un futuro perfecto, dónde todo resulta ser como nosotros deseamos que sea... a veces, se cumplen, pero otras veces, nos hunde. La esperanza nos puede dar el antidoto de la vida, pero la pérdida de la misma puede ser el veneno más fuerte. Espero que la esperanza sea siempre antidoto para ti.