domingo, febrero 08, 2009

La inocencia

Yo creí que todo el mundo buscaba el bien, que todas las cosas eran bellas y que la vida era una rueda que giraba constantemente. Pero la verdad me fue golpeando poco a poco en la cara. Y a cada vez yo traté de convencerme de que el golpe no se volvería a repetir. El aliento continúa, sobre todo cuando las personas han nacido con esa fuerza innata para salir adelante.

Otro palo y otro. Nadie entiende nada. De pronto miras en tu bolsa de viaje y te das cuenta de que faltan cosas. Muchas de ellas las regalaste a otra persona, porque pensabas que las necesitaba o simplemente porque quisiste llenar un poco su corazón y otras de ellas te las robaron, porque no todo el mundo nace con esa luz en el interior que les anima a continuar en la rueda día a día.

El momento llega tarde o temprano y no se puede resistir. "Madurar", lo llaman algunos, yo lo llamo "ojo por ojo y diente por diente" o simplemente justicia. Dar para recibir y recibir para dar.

Pero ¿y si encuentras a una persona como tú? Inocente. Entonces la vida puede ser maravillosa. Pero eso sí, el equilibrio siempre debe de producirse, yo te doy, tú me das. Entonces, ¿cómo diferenciamos quién es inocente y quién no?