Amar a quien no sabe amar

Últimamente no paro de pensar ¿qué es el amor?, ¿por qué una persona y no otra?

Para mis amigos y las personas que me rodean el amor son cosas completamente diferentes:
- Seguridad: el amor es seguridad para muchas de ellas, es estar con alguien que completa tu vida con momentos. Que está ahí cuando estás enfermo o que te ayuda en los pasos de la vida. Lo que llamaríamos la media naranja.
- Atracción sexual: es precisamente lo que diferencia un amigo de la pareja.
- Compromiso de vida: es pasar la vida juntos, compartir momentos, compartir familia, compartir vacaciones... Un compañero de viaje para la vida.

Últimamente en mi vida he tenido que tomar decisiones muy duras. Que sabía que iban a doler. ¿Y por qué lo hice? Precisamente por mi propia definición de amor.

Para mi el amor no es complejo como pretende hacerlo mucha gente. Es un sentimiento que he vivido y sentido durante mucho tiempo y lo reconocería aunque volviera a sentirlo un solo segundo. Ese sentimiento se materializa en las prioridades que cada uno tenemos en la vida. El verdadero amor para mí, implica poner a la otra persona por delante de tus propias prioridades. Dar mayor importancia a la otra persona que a tí mismo. ¿Es esto algo lógico? Absolutamente no, pero merece la pena solo por el sentimiento de libertad y de completitud.

Pensemos por ejemplo en el amor más puro que yo conozco. El amor de una madre con su hijo. Este amor no entiende de lógicas. Dar sin esperar recibir. Es una entrega absoluta, claro que este no se elige. Es el que toca.

El amor de pareja sí se elige. Y qué es lo que nos hace sentir algo por una persona y no por otras. Al principio una persona nos puede atraer por muchos factores pero el amor realmente surge cuando varias personas caminan en una misma dirección, intentando construir algo juntos.

¿Cuál es mi problema entonces? Quizá mi problema es que realmente yo sí que amé. Puedo cometer muchos errores pero nunca me he rendido. Con todos mis problemas siempre he seguido ahí, de una manera o de otra. O dicho de otra manera, nunca he perdido la esperanza.

Pero amar es cosa de dos. Si yo quiero volver a sentir ese sentimiento que llevo años intentando recuperar necesito que la otra persona me ame, no que intente amarme. He forzado esto muchas veces y francamente hace todavía más daño, porque no entiendes cómo alguien no puede ver que ese sentimiento es lo más cercano al paraiso que vas a tener en este mundo.

Ese sentimiento mata, poco a poco al corazón, a la esperanza, al sentimiento... Escucho a gente decirme que ya no cree en el amor, y no dejo de comprenderles porque seguramente se lo han desgastado tanto que no pueden creer que pueda volver.

Déjame que te diga

Déjame que te diga,
que la vida tiene dos caras,
no te dejes engañar por la que todos ven,
pasa la barrera de lo común,
y descubre a la persona que tienes delante.

Camina por la vida,
como si no la hubieras visto nunca,
quítate la venda de los prejuicios
y podrás ver la belleza que te rodea.

Disfruta de la música,
deja que inunde la habitación,
observa el paisaje,
evádete del tiempo.

No hay nada que te impida sentir,
busca la verdad y la belleza,
porque es lo único que a la larga,
te permitirá ser feliz.

Lucha

Parece que vuelvo a sentir que pierdo mi alma de nuevo.
He luchado como siempre,
pero esta vez no es solo mi corazón el que está en juego.

Yo nunca fui egoista,
y me dio igual que mi corazón saliera escaldado,
de cuantas luchas he librado.

Inmoral me dices,
cuando para mi lo inmoral es lo contrario.
No luchar con uñas y dientes por lo que quieres,
decir que quieres cuando no quieres y
decir que no quieres cuando quieres.

Tener un corazón muerto por un año,
y resucitarlo en una semana,
como cuando llega la primavera a los almendros,
y esperar que florezcan los capullos de repente,
con el amanecer de un día soleado.

Y muero cuando no siento,
cuando miro por la ventana y veo normalidad,
pero luego pienso que jamás leeré algo así para mi,
que nunca apostarás sin saber que ganarás,
en definitiva,
que la lucha para ti se ha acabado,
y si no luchamos juntos,
ya no quiero luchar.

Rezo

Hoy he vuelto a rezar,
por aquellos que han pasado por mi vida,
por aquellos que han significado algo,
por los que no significaron nada,
y por los que han significado todo.

He vuelto a dar gracias a quien quiera que sea,
por las riquezas de mi corazón,
por los tesoros de mi mente,
por las cicatrices que son mis marcas de guerra.

He vuelto a sentir esa luz,
que sé que está ahí,
en algún lugar del universo,
que rebosa belleza,
que excede los límites de mis expectativas.

Quizá no seas eterna,
pero sí infinita.

Mi independencia

He luchado contra ejércitos de polillas, que flotaban a mi alrededor con ruido ensordecedor.

He cabalgado a lomos de mil caballos sin saber cuál era su destino final.

He nadado en un mar congelado de lágrimas, no solo mias sino también de los demás.

He atravesado bosques oscuros y tétricos que engendraban animales carnívoros de los que nunca quise escapar.

He sentido el frio congelador por la noche y la soledad de que nadie se congelara conmigo.

He gritado en los acantilados más altos que ha visto el hombre y he escuchado el eco de mi voz sin esperar respuesta alguna.

He visto la muerte, cara a cara y le he advertido de que no es el momento de llevarse a nadie de los que me importan.

He dormitado valientemente y he dejado que mi mente desfragmente los pedazos de felicidad que le quedan y los ordene cuidadosamente para que no se estropeen ni se pierdan.

He sentido el abrazo aliviado de los sentimientos gemelos que comparten su desgracia y su felicidad.

Y todo ha cambiado.

Ahora vuelvo a ver las estrellas y a sentirme inmerso entre tanta profundidad respirando esa inquietud que produce el infinito.

Vuelvo a oler tirado en el césped cada una de las partículas que me rodean y no me falta nada.

Ahora mi alma ha descubierto su fuerza. Ya no está sola nunca más. Se mueve con todos esos momentos vividos y anhela encontrar otros nuevos.

Ahora mi alma está dispuesta a enfrentarse con los colosos que jueguen con su inocencia y lleva las armas más capaces y potentes que tiene el ser humano, la esperanza y la renuencia de lo que no sirve para amar.

Hora de saldar cuentas

Tú, vida, que te llevaste todo lo que quería, como una tormenta colosal destrozaste todos los cimientos que había construido.

Tú, vida, que me arrebataste la inmensidad de las estrellas, las inesperadas sonrisas y la profunda inmensidad del futuro por venir.

Tú, vida, ahora me lo debes. No creas que te dejaré escapar tan fácilmente. Esto que siento, este absoluto e imperioso estado me invita a creer en la magia.

Tú, vida, me lo arrebataste todo, cuando sabes que yo te lo di todo a ti. Llegó el momento de saldar cuentas. Porque estoy cansado de lamentarme de lo que perdí, porque no quiero resignarme a pensar que nunca más volverá.

Ahora una gota de frivolidad me permite ver que tú me has puesto aquí no solo para ser feliz, sino para convertir otras vidas en felicidad. Y, ¿no es la felicidad el reflejo de la recompensa obtenida por hacer algo desinteresadamente?

Cómo ser patético siendo sincero

- Creo que no tiene ningún sentido que sigamos hablando, lo dejamos hace tiempo y esto de ser amigos me está matando.
- Quizá tengas razón.
- Pues sí lo más seguro es que la tenga, yo rehago mi vida, pero de repente tú vuelves, y te veo en una foto o en el facebook y me vienen a la cabeza todas las veces que dormimos juntos, todas las veces que hicimos el amor en la parte trasera de mi coche y sobre todo todas las veces que me dijiste que siempre estaríamos juntos.
- Eso sí, te digo una cosa, si dejamos de hablar, que sea para siempre. Luego no quiero que volvamos a hablar al cabo de una semana.
- Te quiero.
- (silencio)
- ¿No dices nada?
- No quiero decir nada, podría decir lo que siento y lo que más me apetece en este momento pero solo nos haría daño a los dos. Lo mejor es que hablemos mañana esto tranquilamente los dos.
- Sí, creo que será lo mejor.